EL CUERPO COMO HERRAMIENTA TERAPÉUTICA

El cuerpo en la terapia

En el proceso terapéutico el trabajo corporal, nos ofrece una mirada desprovista de interpretaciones mentales que nos remite a experiencias profundas que cada unx de nosotrxs estamos sintiendo en nuestro presente o hemos vivido en nuestra historia personal. Conflictos emocionales, traumas, tensiones musculares crónicas, así como falta de flujo energético, son las expresiones más comunes que del cuerpo emergen, cuando subyace un desequilibrio entre mente y cuerpo.

La Gestalt considera el cuerpo como nosotros mismos, no tenemos un cuerpo, somos cuerpo. Citando a Claudio Naranjo:

La Gestalt propone una toma de conciencia del cuerpo, la atención a la postura y los gestos en el curso del proceso terapéutico, así como también su atención a la sensación corporal como parte del despertar de las sensaciones y como espejo de ellas.”

 Firtz Perls, fundador de la terapia Gestalt dijo “Yo soy cuerpo”, como una invitación a la persona para expresar somáticamente sus emociones, impulsos y pensamientos. Así, por ejemplo, al no reconocer nuestro propio cuerpo o rechazar algunas partes de él, rechazamos o ignoramos algo de nosotros mismos. En la terapia Gestalt, se propone a lxs clientxs, que tomen conciencia de la postura que adoptan al sentarse, al narrar un conflicto o situación que les afecta o como sus sensaciones sensoriales se manifiestan en su cuerpo. Uno de los objetivos de ese trabajo es ejercitar la escucha interna como forma de contactar con lo que cada unx sentimos y así ser más consciente de como vamos por la vida.

Las aportaciones de la bioenergética y el eneagrama, sobre el carácter y como este también se construye en el cuerpo, nos ayuda a entender a través del concepto de coraza muscular, lo que en Gestalt se denomina neurosis. Esta coraza que un día nos ayudó a adaptarnos y sobrevivir cuando éramos vulnerables, a la vez nos evita contactar con nuestras necesidades más auténticas.

Son distintas y variadas las disciplinas que están orientadas a trabajar con el cuerpo en favor del bienestar, en los procesos terapéuticos. La citada bioenergética, el movimiento y la danza en sus diferentes modalidades, la osteopatía, el masaje, las técnicas de respiración, por citar algunas, nos ayudan a liberar esas defensas, que aun siendo sagradas, también nos privan en algún momento de la espontaneidad, del placer, el erotismo por vivir desde la plenitud.

Jesús Galán
Terapia Corporal Bioenergética

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