– Tomar consciencia del consumo (frecuencia, cantidad, horas de consumo, estado de ánimo…)
– Conectar con el agradecimiento, la fuerza de voluntad de no consumir. Aprovechar la situación para convertirte en la mejor versión, la más sana de ti mismo.
– Ponerte objetivos pequeños y factibles, por ej. Solo por hoy no me fumaré el porro/ tomaré la copa, que fumo/tomo diariamente, o si me suelo tomar 4, reduzco la cantidad a 2 o 3.
-Fomentar la buena gestión emocional y el movimiento corporal intenso combinado con ejercicios de relajación y respiración para evitar el craving o deseo de consumo.
-Realizar actividades complementarias/sustitutorias del consumo: contacto telefónico o virtual con gente de confianza con quién desahogarte, explicar cómo te sientes, etc. Evitar el consumo compulsivo habitual y el uso de psicofármacos en la medida de lo posible.
-Realizar actividades que proporcionen placer: lectura, películas, ver series, actividades creativas o dibujo, practicas con un instrumento o componer una canción, cocinar, compartir con la familia, jugar con los hijos, las mascotas, etc.
-Prestar ayuda a alguien en casa para distraer la atención y la energía de cara a rebajar la compulsión hacia el consumo.
-Escribir, llevar un registro de lo que pienso, siento y hago respecto al consumo.
-Reflexionar o redefinir mi proyecto vital: qué quiero hacer, qué me gusta, que relaciones quiero tener o mantener, que me hace bien, que me motiva e ilusiona.
Anna Urrutia. Colaboradora Espaipertu